Cumplidos ya los cuarenta, esta Mostra que os habla, quiso echar la vista atrás para hacer balance, reflexionar y sacar provecho de lo aprendido. He comprobado lo mucho que se me quiere y se me cuida y sé que, sin vuestra imprescindible ayuda, no hubiese impulsado tanta creatividad escénica y activismo cultural a lo largo de estas décadas.
Recordé aquel insólito encierro de 48 horas de teatro, acciones y manifestaciones en las que participásteis tantísimas personas de Cangas, del Morrazo y de toda Galicia, con el único objetivo de demandar un auditorio que no sólo me acogiese a mi sino, también, al conjunto de artistas, compañías y colectivos teatrales que iban a fabricar el mejor teatro posible y ofrecerlo al público de este país.
Sentí el orgullo de haber impulsado las primeras jornadas y coproducciones teatrales, profesionales, luso - gallegas. El de ser la primera y única Mostra de Galicia y el Estado que apostó por la igualdad y la paridad en la escena y la cultura, muchos años antes de que existiesen las actuales leyes. El de acoger el primer y único Torneo de Dramaturgia de Galicia y el de coproducir espectáculos creados por nuestros profesionales. Y, muy especialmente, el de ser, desde hace décadas, la casa abierta y amiga de los colectivos y las personas con diversidad funcional para que muestren su trabajo teatral.
Y es ahí hacia donde dirigiremos el foco este año, a la INCLUSIÓN, a esa tan sobada y (mal)utilizada palabra con la se nos llena a boca a buena parte de la sociedad, personas cultas, demócratas, progresistas, profesionales, trabajadoras y a las administraciones públicas, también. Pero me he dado cuenta de que estamos lejos de aprehender su significado, ya que somos nosotros, la sociedad ´sin discapacidad` aparente, la que no sabe comunicarse con las persoas con algún problema funcional, la que debe hacer por ENTENDER e INCLUIR(SE) en esos mundos que existen más allá del propio ‘escenario’, os recuerdo que cualquiera puede adquirir, de la noche a la mañana, una discapacidad. Por todo esto es por lo que gobiernos y administraciones públicas tienen la obligación de impulsar y presupuestar políticas inclusivas para que estas personas, que también son ciudadanía, gocen de una vida digna, saludable, cómoda y feliz.
Como resultado de este balance, toca adquirir un compromiso mayor en programar espectáculos, cursos y jornadas que muestren la importancia que tienen el teatro y la pedagogía teatral como herramientas de ayuda a las persoas con diversidad funcional ante las barreras físicas, psicológicas, sonoras, laborales, sociales y arquitectónicas, esas que nuestra sociedad les impone.
No quiero acabar sin agradecerle a la autora del cartel que me viste en esta 41 edición, Loreto Blanco Salgueiro, el regalo de levantar el telón como la Mostra más Có(s)mica, Diversa e Inclusiva de mi larga Historia.
Bienvenidas! Bienvenidos! La fiesta del teatro está a punto de comenzar!